Hermanos Bernardelli

Hijos de una pareja de artistas italianos, un violinista y una bailarina del Conservatorio de Milán, los hermanos Rodolfo y Henrique Bernardelli llegan a Brasil en la segunda mitad del siglo XIX, donde desarrollan un importante papel en las artes plásticas locales.

José María Oscar Rodolfo Bernardelli.

(Guadalajara, México 1852 – Río de Janeiro, Brasil 1931).

Escultor y maestro. Deja México, junto con su familia, para establecerse en el Estado de Rio Grande do Sul, aproximadamente en 1866. Se traslada a Río de Janeiro con los padres de las princesas Isabel (1846-1921) y Leopoldina (1847-1871), por invitación del Emperador Dom Pedro II (1825-1891). A los 18 años, entre 1870 y 1876, frecuenta las clases de escultura estatuaria, de Chaves Pinheiro (1822-1884), y de dibujo de modelo vivo, en la Academia Imperial de Bellas Artes – Aiba.

Como alumno pensionista permanece en Roma de 1877 hasta 1884, estudiando con los maestros Achille d’Orsi (1845-1929) y Giulio Monteverde (1837-1917). A su regreso a Brasil, se convierte en maestro de escultura en la Aiba, sustituyendo a Chaves Pinheiro.

 Considerado uno de los reformadores de la enseñanza artística en Brasil, Rodolfo Bernardelli es, entre 1890 y 1915, el primer director de la recién inaugurada Escuela Nacional de Bellas Artes – ENBA. Durante su gestión crea la categoría de alumno libre y el Consejo Superior de Bellas Artes y propone la construcción de la nueva sede en la Avenida Rio Branco.

En 1919, en Madrid, es proclamado académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1931, se funda en Rio de Janeiro el Núcleo Bernardelli, en homenaje a los hermanos Rodolfo y Henrique.

Henrique Bernardelli

(Valparaíso, Chile 1858 – Río de Janeiro, Brasil 1936).

Pintor, dibujante, grabador, maestro. Hermano del escultor Rodolfo Bernardelli (1852-1931) y del violinista y pintor Felix Bernardelli (1862-1905). Llega con su familia, para establecerse en el Estado de Rio Grande do Sul.

En 1867, se traslada a Rio de Janeiro. Tres años después se mete a estudiar en la Academia Imperial de Bellas Artes (Aiba), junto a su hermano, Rodolfo. Es alumno de Zeferino da Costa (1840-1915), Agostinho da Motta (1824-1878) y del pintor Victor Meirelles (1832-1903). Viaja a Italia en 1878.

En Roma, frecuenta el taller de Domenico Morelli (1826-1901), con quien estudia hasta 1886. Regresa ese mismo año a Brasil, montando en Rio de Janeiro una exposición individual que causa mucho interés y polémica. Presenta, entre otras obras, Tarantela (1886), Maternidad (1878), Messalina (1880), Modelo en Reposo (ca.1881) y Al Medio Día.

Enseña en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) de 1891 a 1905, cuando no acepta que le renueven su contracto, alegando que la institución necesita renovar sus cuadros periódicamente. Junto a su hermano enseña en un taller privado en el centro de la ciudad, donde acuden, entre otros, Lucílio de Albuquerque (1885-1962) y Georgina de Albuquerque (1885-1962), Eugênio Latour (1874-1942), Hélios Seelinger (1878-1965) y Arthur Timótheo da Costa (1822-1922).

En los años 1890, realiza importantes trabajos decorativos, como la pintura de paneles al interior del Theatro Municipal, los paneles El Domínio del Hombre sobre las Fuerzas de la Naturaleza y La Lucha por la Libertad, para la Biblioteca Nacional, todos en Rio de Janeiro, y para el Museo Paulista, en São Paulo.

Mención especial aparte merecen los 22 medallones en fresco que adornan la fachada del actual edificio del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), expuestos en el Salón de la ENBA de 1916.

En 1931, muchos pintores insatisfechos con el modelo de enseñanza de la ENBA se organizan colectivamente, creando de esta manera un grupo volcado al perfeccionamiento técnico y la reformulación de la enseñanza artística, un grupo al que llamaron Núcleo Bernardelli, en homenaje a los maestros Henrique y Rodolfo.